¿Sabías que en el año 1931 un científico recibió el premio Nobel por descubrir la causa primaria del cáncer?
Este fue el Doctor: Otto Heinrich Warburg (1883-1970). Premio Nobel 1931 por su tesis “La causa primaria y la prevención del cáncer”.
Según este científico, el cáncer es la consecuencia de una mala alimentación y un estilo de vida anti fisiológicos…
Porque una alimentación anti fisiológica (dieta basada en alimentos acidificantes y sedentarismo), crea en nuestro organismo un entorno de acidez. Esta a su vez expulsa el oxígeno de las células…
“La falta de oxígeno y la acidosis son las dos caras de una misma moneda: Cuando usted tiene uno, usted tiene el otro. Las substancias ácidas rechazan el oxígeno; en cambio, las substancias alcalinas atraen el oxígeno”, señalaba Heinich Warburg
O sea que en un entorno ácido es un entorno sin oxígeno…
Además, él afirmaba que: “Privar a una célula del 35% de su oxígeno durante 48 horas puede convertirlas en cancerosas.”
Según Warburg “Todas las células normales tienen un requisito absoluto para el oxígeno, pero las células cancerosas pueden vivir sin oxígeno – una regla sin excepción.” Además, agregó: “Los tejidos cancerosos son tejidos ácidos, mientras que los sanos son tejidos alcalinos.”
En su obra “El metabolismo de los tumores”, el Premio Nobel demostró que todas las formas de cáncer se caracterizan por dos condiciones básicas: la acidosis y la hipoxia (falta de oxígeno).
También descubrió que las células cancerosas son anaerobias (no respiran oxígeno) y no pueden sobrevivir en presencia de altos niveles de oxígeno. En cambio, sobreviven gracias a la glucosa (azúcar refinada y morena) siempre y cuando el entorno esté libre de oxigeno…
Por lo tanto, el cáncer no sería nada más que un mecanismo de defensa que tienen ciertas células del organismo para continuar con vida en un entorno ácido y carente de oxígeno…
Resumiendo: Células sanas viven en un entorno alcalino, y oxigenado, lo cual permite su normal funcionamiento. Células cancerosas viven en un ambiente extremadamente ácido y carente de oxígeno.
Una vez finalizado el proceso de la digestión, los alimentos de acuerdo a la calidad de proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas que otorgan, generaran una condición de acidez o alcalinidad al organismo.
El resultado acidificante o alcalinizante se mide a través de una escala llamada pH, cuyos valores se encuentran en un rango de 0 a 14, siendo el pH 7 un pH neutro.
Es importante saber cómo afectan la salud los alimentos ácidos y alcalinos, ya que para que las células funcionen en forma correcta y adecuada su pH debe ser ligeramente alcalino. En una persona sana el pH de la sangre se encuentra entre 7,40 y 7,45. Tener en cuenta que si el pH sanguíneo, cayera por debajo de 7, entraríamos en un estado de coma próximo a la muerte.
El consumo de agua alcalina en Japón es muy alto. En Estados Unidos, Europa y América Latina comienza a difundirse su importancia y cada año aumenta su uso. México es el líder latinoamericano en este campo y ya en Guadalajara hay establecida una compañía que comercializa el Agua Alcalina producida utilizando la tecnología Japonesa. En Monterrey existe Soy Sanna Alkaline Water (www.facebook.com/soysanna), primera agua alcalina que es poseedora de patente y con una fórmula original que ofrece pH de 9.5. Los resultados más recientes de las Investigaciones de Científicos tanto de Occidente como de Oriente, sobre el bienestar y equilibrio del organismo, base de la calidad de vida, apuntan a la importancia de mantener el equilibrio en la relación ácido / alcalino.
Según este científico, el cáncer es la consecuencia de una mala alimentación y un estilo de vida anti fisiológicos…
Porque una alimentación anti fisiológica (dieta basada en alimentos acidificantes y sedentarismo), crea en nuestro organismo un entorno de acidez. Esta a su vez expulsa el oxígeno de las células…
“La falta de oxígeno y la acidosis son las dos caras de una misma moneda: Cuando usted tiene uno, usted tiene el otro. Las substancias ácidas rechazan el oxígeno; en cambio, las substancias alcalinas atraen el oxígeno”, señalaba Heinich Warburg
O sea que en un entorno ácido es un entorno sin oxígeno…
Además, él afirmaba que: “Privar a una célula del 35% de su oxígeno durante 48 horas puede convertirlas en cancerosas.”
Según Warburg “Todas las células normales tienen un requisito absoluto para el oxígeno, pero las células cancerosas pueden vivir sin oxígeno – una regla sin excepción.” Además, agregó: “Los tejidos cancerosos son tejidos ácidos, mientras que los sanos son tejidos alcalinos.”
En su obra “El metabolismo de los tumores”, el Premio Nobel demostró que todas las formas de cáncer se caracterizan por dos condiciones básicas: la acidosis y la hipoxia (falta de oxígeno).
También descubrió que las células cancerosas son anaerobias (no respiran oxígeno) y no pueden sobrevivir en presencia de altos niveles de oxígeno. En cambio, sobreviven gracias a la glucosa (azúcar refinada y morena) siempre y cuando el entorno esté libre de oxigeno…
Por lo tanto, el cáncer no sería nada más que un mecanismo de defensa que tienen ciertas células del organismo para continuar con vida en un entorno ácido y carente de oxígeno…
Resumiendo: Células sanas viven en un entorno alcalino, y oxigenado, lo cual permite su normal funcionamiento. Células cancerosas viven en un ambiente extremadamente ácido y carente de oxígeno.
Una vez finalizado el proceso de la digestión, los alimentos de acuerdo a la calidad de proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas que otorgan, generaran una condición de acidez o alcalinidad al organismo.
El resultado acidificante o alcalinizante se mide a través de una escala llamada pH, cuyos valores se encuentran en un rango de 0 a 14, siendo el pH 7 un pH neutro.
Es importante saber cómo afectan la salud los alimentos ácidos y alcalinos, ya que para que las células funcionen en forma correcta y adecuada su pH debe ser ligeramente alcalino. En una persona sana el pH de la sangre se encuentra entre 7,40 y 7,45. Tener en cuenta que si el pH sanguíneo, cayera por debajo de 7, entraríamos en un estado de coma próximo a la muerte.
El consumo de agua alcalina en Japón es muy alto. En Estados Unidos, Europa y América Latina comienza a difundirse su importancia y cada año aumenta su uso. México es el líder latinoamericano en este campo y ya en Guadalajara hay establecida una compañía que comercializa el Agua Alcalina producida utilizando la tecnología Japonesa. En Monterrey existe Soy Sanna Alkaline Water (www.facebook.com/soysanna), primera agua alcalina que es poseedora de patente y con una fórmula original que ofrece pH de 9.5. Los resultados más recientes de las Investigaciones de Científicos tanto de Occidente como de Oriente, sobre el bienestar y equilibrio del organismo, base de la calidad de vida, apuntan a la importancia de mantener el equilibrio en la relación ácido / alcalino.
De acuerdo a las estadísticas del Centro para el Control de Enfermedades del gobierno Norte americano, las 4 causas principales de muerte en los Estados Unidos son:
1º.- Infarto
2º.- Cáncer
3º.- Derrame cerebral y
4º.- Efectos secundarios de las medicinas.
Las proyecciones para la próxima década son alarmantes, pronosticándose que el cáncer ocupará el primer lugar. De ahí la importancia que ha tomado la Medicina Preventiva, en la cual los japoneses se han colocado a la vanguardia con el uso del agua alcalina y de los artículos fabricados mediante el uso de la tecnología de Rayos Infrarrojos de Largo Alcance, RILA.( En Inglés se conocen bajo la sigla FIR- Far Infrared Rays). Esta tecnología restablece la armonía en el flujo electromagnético del cuerpo, y con ello el bienestar general.
El exceso de ácido es una condición que debilita todos los sistemas de nuestro cuerpo.
El exceso de acidez fuerza al cuerpo a sacar minerales -incluyendo sodio, calcio, potasio y magnesio- de los órganos vitales para neutralizar el ácido y neutralizarlo de manera segura en el cuerpo.
Como resultado de esto, el cuerpo puede sufrir una severa y prolongada “corrosión” debido a una alta acidez, condición que puede no ser detectada por años. Afecta virtualmente a toda persona en nuestra sociedad, debido a la forma en cómo vivimos, la forma en que comemos, la forma en que pensamos y el ambiente en el que vivimos.
El resultado es un ambiente interno descompuesto en donde la enfermedad puede manifestarse fácilmente, a diferencia de lo que sería un ambiente con un pH balanceado, el cual permite las funciones normales necesarias para que el organismo pueda resistir las enfermedades.
Es verdad que si tenemos un cuerpo sano, podremos mantener las suficientes reservas alcalinas para abastecer cuando hay demandas de emergencia. Por lo tanto, cuando hay ácido en exceso que debe neutralizarse constantemente, nuestras reservas alcalinas se vacían, dejando al cuerpo en un estado débil, y expuesto a enfermarse.
Desafortunadamente, existen aun muchos practicantes que creen que el cuerpo puede por si sólo de alguna manera milagrosa y “natural” balancear su pH como si la persona estuviese viviendo en la naturaleza y comiendo alimento crudo y orgánico, hierbas y pastos.
La verdad va mucho más allá de este ideal. La verdad, según las investigaciones adelantadas para el balance ácido/alcalino, es que nos hemos transformado y hemos llegado a un extremo de la evolución, nosotros simplemente ya no manejamos el desperdicio ácido de la manera como lo hacíamos, las investigaciones han demostrado que el volumen bruto de desperdicio ácido que nuestro cuerpo tiene que soportar lo ha forzado a tomar una acción drástica al estilo de una “guerra” para preservar sus reservas estratégicas: el hígado y riñones nuestros órganos esenciales para la desintoxicación.
En su infinita sabiduría, el cuerpo ha elegido salvar a los riñones y el hígado de una degradación por el exceso de ácido. Por supuesto a consecuencia del resultado de esa acción hay que pagar un costo. Y se conoce como obesidad, disminución de inmunidad, falta de energía y todas las enfermedades relacionadas al ácido a las que estamos expuestos, incluyendo el cáncer, diabetes, osteoartritis y muchas, muchas más.
La única diferencia entre la comida “buena” y la comida “mala”, es que la comida “buena” tiene (o produce) menos desperdicio ácido y por ende un mejor resultado de neutralización de ácido.
El balance del pH depende de lo que sobra después del metabolismo.
Cuando nos alimentamos con comida “buena” nuestro metabolismo puede operar como se supone debería, en vez de actuar como un constante conserje en un almacén que continuamente se está ensuciando y acumulando toxinas y ácidos.
Ahora mantenerte sano esta en tus manos. Además de recomendar tomar agua alcalina, procura una dieta saludable y alcalina.
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